La meditación es un ejercicio que va más allá de una corriente espiritual, busca ejercitar la mente, de la misma forma como ejercitas tu cuerpo, abriendo espacio y disminuyendo el ruido interno que nos distrae del presente.
Algunos de sus beneficios:
-Disminuye y elimina la ansiedad.
-Intensifica los sentidos.
-Disminuye el cansancio mental.
-Genera Claridad
-Desarrolla la resolución de problemas.
-Genera gratitud y presencia.
¿Cómo puedes empezar a meditar?
Los puntos más importantes son:
1- Respiración.
2-Concentración.
3-Contemplación.
RESPIRACIÓN
Comienza sentado en una silla o en el piso, con tu espalda recta, hombres relajados y aprieta ligeramente tu abdomen para dar soporte en la espalda baja.
Cierra tus ojos y comienza a inhalar y exhalar profundo por tu nariz, en 4 cuentas.
INHALA 1…2…3…4 EXHALA 1…2…3…4.
Continúa respirando de esta forma.
CONCENTRACIÓN
Una vez que tu respiración es constante y al ritmo de los 4 tiempos, lleva tu atención a tu cuerpo, ¿Qué sucede en tu cuerpo cuando inhalas y que sucede cuando exhalas?
Siente como se infla tu estomago, se expande tu pecho, tus órganos se empujan, tu cuerpo crece hacía arriba con el puro movimiento de la inhalación.
Ahora siente como todo se relaja , se asienta, tu ombligo va hacía adentro y tus hombros se relajan.
Sigue descubriendo sensaciones en tu cuerpo cada que inhalas y exhalas, como el aire que entra en tus fosas nasales, tu postura, la sensación de tranquilidad, el esfuerzo, concentrate plenamente en lo que estas haciendo y continua por lo menos por 5 minutos.
CONTEMPLACIÓN
Al mismo tiempo, sucede algo en tu mente, te quieres concentrar profundamente pero otros pensamientos llegan a tu mente, ¡Obsérvalos! el reto no es que no te distraigas, el reto es que esos pensamientos no te enganchen, cada que te caches en una nube de pensamientos regresa a tu respiración y a tu cuerpo.-
Después de mínimo 5 minutos en tu respiración y concentración, suelta el control y solo quédate con tus ojos cerrados y en silencio durante otros 5 minutos, tu respiración vuelve a la normalidad y puedes contemplar el silencio, el ruido de los pájaros o la sensación de relajación.
¡Listo! Abre tus ojos y agradece a tu cuerpo por ese ejercicio y ese momento.
Estas trabajando la concentración de una manera muy profunda, a tal grado, que es normal que comiences a descubrir sensaciones nuevas en tu cuerpo, que normalmente no percibimos, tente mucha paciencia, no aceleres las cosas, tómalo como un tiempo de introspección, de salud mental, de escucharte y ordenar tu mente, así como ordenas tu casa.