Normalmente el tipo de piel que tienes está determinado genéticamente, sin embargo hay algunos factores que pueden generar la tendencia a grasa o incrementarla.
Si quieres mejorar tu piel y disminuir la producción de grasa, checa estos tips.
Alimentación:
Las personas que tienen este tipo de piel deben cuidar bastante su alimentación, disminuyendo el consumo de grasas malas para el organismo y sustituirlas por grasas saludables como el aguacate, almendras, aceite de coco, chía, aceite de oliva, etc…
Suena sencillo pero implica cambiar tu estilo de vida a uno mucho más saludable, dejando atrás los dulces, comida rápida, quesos, embutidos, etc… en realidad esto es lo más efectivo para una piel saludable.
Limpiar el rostro:
Para este tipo de piel, utilizar los productos adecuados y de forma correcta es lo que ayudará al rostro a ir eliminado esos excesos poco a poco o no seguir contaminando el rostro.
Limpieza:
Se debe limpiar el rostro por la mañana y noche con un jabón o gel facial especializado para ese tipo de piel.
Herramientas
Utilizar una toalla únicamente para el rostro, de preferencia cambiarla diario, esto evita la contaminación de los granitos por el contacto, también asegúrate de lavar una vez a la semana las brochas que utilizas para maquillarte.
Loción
Diario una loción astringente y un hidratante como el gel de aloe vera o el mismo gel facial puede hacer esa función.
Productos naturales
los productos con químicos además del daño a la salud, son más agresivos para ese tipo de rostro y generan un rebote que seca de manera extrema la piel, generando un desequilibrio nuevamente.
Limpieza profunda
Hacer una limpieza más profunda una vez por semana utilizando una mascarilla.
Nuestros rostro es una muestra de nuestros hábitos y la importancia que le damos a cuidarnos, es un proceso largo pero si es posible y solamente hay que animarse a dar ese paso.